La igualdad es un tema controversial en cualquier sociedad, mismo que radica en lo más profundo de los discurso proselitista y la más arraigada lógica que tienen que derrotar las diferentes ideologías o en su defecto generar un ambiente de igualdad Procustiana como el mito griego, donde el bandido griego veía que si no encajabas en su cama te cortaba las piernas para para ajustar el cuerpo de manera exacta; aunque suene trágico es una realidad social la cual evidenciamos a diario, ya que la tendencia política boliviana con discurso demagógico comienza con la igualdad para abajo donde en discurso proselitista se grita que los políticos deben rebajar sus sueldos y salarios, así también se siente el fervor revanchista cuando se anuncia impuestos a las fortunas que de cierta manera es una conquista social de los menos favorecidos económicamente.
El reclamo de igualdad es bastante confuso ya que en el imaginario de la sociedad es un reclamo de riqueza; es decir todos quieren ser iguales al que más tiene, nadie quiere ser igual al que menos tiene, es decir el termino clave radica en la redistribución de la riqueza, asumiendo que las políticas propuestas garantizan una mayor redistribución suena atractivo, es decir se llega a un conflicto moral llamando a la envidia como factor de odio de clases.
Pero si nos ponemos a analizar desde un criterio o ejemplo más practico, todos los seres humanos al momento de nacer somos diferentes por naturales, incluso potenciamos cada uno de nosotros en ese aspecto, desde la escuela algunos resaltan más que otros en algunas asignaturas, así mismo en el aspecto deportivo; por lo cual en un razonamiento la desigualdad es un por naturaleza el factor real innegable al cual nos debemos adaptar en la sociedad, incluso lo apalancamos con mayor énfasis en el desarrollo de nuestro diario vivir, es decir siempre queremos que nuestros hijos sean mejores en algo a diferencia de los demás, en lo deportivo potenciamos y valuamos la disciplina que desarrolla mucho la diferencia en los factores de desempeño y todo eso decanta que lo antinatura es pretender que todos seamos iguales, como Axel Kaiser menciona en su libro la Tiranía de la igualdad, no podremos pretender cortarle los pies a Messi por ser un jugador extraordinario.
El igualitarismo tiene una tendencia inmoral económicamente hablando, pretender generar un ecosistema supranacional con políticas económicas similares en pro del igualitarismo destruye la libertad individual y más aun criminaliza la productividad, la igualdad forzada siempre será incompatible con la justicia y con la naturaleza humana, pero eso no significa que ante la ley la igual deba ser satanizada, ya que la misma puede será malinterpretada.
Lamentablemente en nuestro país el discurso en etapa electoral se centra en la “igualdad social”, misma que como slogan partidario genera impacto en el imaginario de la sociedad ya que es un conquista del pobre vs el rico, pero a pesar de eso cuando se enarbola el discurso igualitarista corre el riesgo de premiar la mediocridad y tristemente castigar la excelencia productiva debido a que el atractivo de excelencia significa ser diferente y eso es visto mal en el imaginario igualitario.
La envidia como narrativa política explota el resentimiento hacia los que destacan y en extremos los satanizan a empresarios y profesionales los cuales se pretende generar diferentes tipos de obstáculos como impuestos, patentes o mayores requisitos con tal de evidenciar una desigualdad criminal.
Las instituciones de la sociedad civil y públicas son una clara muestra del revanchismo social, las tensiones del abuso de poder o de privilegios reflejan la dinámica de intentar igualar hacia abajo, cuando una de las premisas de la igualdad radica más que todo en las oportunidades siendo que como eslabón fundamental de desarrollo social y económico, mismo que la educación en igualdad de oportunidades quebranta el subdesarrollo no solo económico sino mental.
Bolivia enfrento esos desafíos en toda su historia, tanto la inflación y el déficit fiscal fue por el mal llamado redistribución de riqueza so pretexto del ya trillado enunciado de Eduardo Galeano, “Somos pobres porque ellos son ricos”, es decir la tesis de productividad fue derrotada debido a que se reparte más de lo que se produce y eso debilita los incentivos de la innovación y más aun la inversión.
Por último, el axioma de desigualdad se materializa en la sociedad con una relación de meritocracia vs el clientelismo donde prácticamente en la sociedad boliviana persiste un sistema de lealtad política y el clientelismo sopesa más que el mérito.
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