Mientras más esperemos a solucionar la crisis económica que afecta a toda Bolivia, será mucho más dolorosa la salida para entrar en salud económica nacional, pueden realizarse diferentes reuniones entre los empresarios y el gobierno ejecutivo so pretexto de que el Presidente escucha a los empresarios, pero las soluciones reales no existen, son un conjunto de buenas intenciones las cuales no tienen impacto inmediato para detener la bomba de tiempo a la cual nos esta exponiendo, desde hace un tiempo atrás se publicitan y toman fotografías en el hall de la casa grande pero se olvidaron de los primero afectados que pagan un precio más alto.
¿Que pasara con las pymes? El universo de empresas pequeñas y medianas de las diferentes cámaras de comercio e industria superan el 40%, a diferencias de las empresas grandes es muy complicado exigir a emprendimientos y pymes en crecimiento que sigan sacrificando sus utilidades para poder mantener un precio de acuerdo a las exigencias del mercado, en ninguna de las reuniones se toma soluciones o precauciones para el gerente propietario, el 90% del trabajo es informal y en su mayoría la capacidad de arriesgar los ahorros para una inversión solidad está quedando nula.
La inflación que actualmente está atravesando Bolivia, aunque nominalmente ronda 0.54 % para Junio/2024 es meramente un valor nominal, la real ya supero el 5% es decir hace mucho tiempo ya los precios de la canasta básica empezaron a subir, el valor real del salario no es lo mismo que en el 2005, los cálculos o evidencias son básicos tomando en cuenta el precio de la carne de res o simplemente el precio del pan de batalla.
La inflación como perdida de valor es una licuadora que esta prendida en nivel 1 por lo pronto, pero en unos meses entraremos en el nivel 2, licuando los precios más aun y lamentablemente viéndonos forzados a cerrar nuestras empresas o simplemente subir el precio orientados a que de antemano la demanda de los productos o servicios bajara de manera considerable.
Las soluciones radican siempre en aceptar la realidad de la situación económica y más aun sensatez a la hora de tomar decisiones, por lo pronto todo los bolivianos estamos viendo una batalla de contrarreloj que trata de disimular la crisis apuntando a diferentes bombas de humo que solo pretenden distraer todo tipo de reacción hasta llegar al día electoral, los diferentes candidatos están en pro de buscar los discursos adecuados para poder generar popularidad para afrontar la carrera electoral, aunque el precio de la popularidad es mucho mas peligroso que la capacidad técnica que es la que ahora necesitamos, el gobierno de los profesionales técnicos desaparece en cuando los países tienen recursos para poder gastar o derrochar, ahora llegaron las vacas flacas y solo tenemos a un candidato que nos puede llevar a terminar la gestión 2024 en las mejores condiciones económicas posibles, pero lamentablemente aún no se decisión si es Presidente o candidato a presidente.
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