“Incendio en Parque Nacional Tunari de Cochabamba afecta a 91 hectáreas, el incendio duró más de 25 horas” afirmó un artículo de La Razón publicado el 23 de julio de 2023. Esta noticia y muchas otras en verdad son alarmantes, pero es un hecho tan recurrente que a la gente ya no le sorprende, entonces, ¿Por qué existen tantos incendios? y ¿por qué cuesta tanto apagarlos?
Es increíble la cantidad de veces que se pudo ver el Tunari en llamas y siempre es la misma frase que se escucha: “¿Otra vez el Tunari?”. El parque Nacional Tunari se quemó 312 veces en menos de siete años. No es justo que Bolivia y Cochabamba especialmente, siendo conocidos por su admirable naturaleza, sufran tanto de incendios forestales, inundaciones y de más. Pero, ¿por qué? Hay muchas respuestas para la pregunta. Algunas personas dicen que es por la capa de ozono, el cambio climático, y sí, en los últimos años la temperatura global ha aumentado significativamente. La subida de temperatura crea una chispa y las hojas secas y yesca alimentan el fuego, se crea un incendio. No obstante, incluso si la explicación tiene sentido, no hay forma de que haya sido la responsable de los 312 incendios.
Es claro que hay otra causante, otras personas jurarían que puede ser a causa de los jóvenes que después de beber dejan sus botellas, la refracción de luz con el vidrio de las botellas crea incendios. Pero también pudieron haber sido provocados. Seguro conocen a los loteadores, personas que queman tierras ajenas para luego apropiarse y finalmente venderlas. Hay artículos que especulan la posibilidad de que hayan personas que provocan los incendios a propósito, no es de extrañar que existan personas maliciosas en el mundo que no dudarán en hacer daño a lo ajeno. Así mismo, la mayor causa son los chaqueos. El chaqueo lógicamente no es legal, sin embargo es una forma tradicional de deshacerse de materia orgánica que una gran parte de la población aún utiliza y en la mayoría de los casos (por no decir su totalidad) los chaqueos no son apropiadamente controlados y luego, se incendia el Tunari.
La gente en el país en verdad carece de educación en el tema, parece que creen que la naturaleza es infinita o simplemente no es necesaria, por supuesto, ese debe ser el caso si botan basura, incendian bosques, gastan agua, y contaminan constantemente. Pasar por las calles del centro en Cercado es tóxico debido a la horrorosa cantidad de basura que descansa en las aceras y las esquinas, basura que los perritos y gatitos callejeros terminan comiendo. Y lo peor, no es que las personas que pasan siguen aumentando la basura al montón, sino que Bolivia tiene una cultura que alaba a la Pachamama. ¿Es esta la forma de rendir tributo a nuestra madre? En verdad es exorbitante la magnitud de las consecuencias que vivimos por tremenda ignorancia.
Actualmente, el Parque Nacional Tunari se encuentra casi abandonado, no solo por las personas sino también por sus habitantes peludos que tuvieron que huir a causa de los trágicos y frecuentes incendios. Los visitantes más regulares son los voluntarios y bomberos que van a apagar el fuego constantemente. Siendo este el caso, personas locales han ido apropiándose de los terrenos. Lamentablemente esa es una de las malas costumbres que se tiene en el país. Cuando algo no tiene vigilancia y supervisión constante, por más que sea de alguien más, la gente lo toma y se apropia. Todas las razones mencionadas, son correctas pero aún con todas estas explicaciones, hay más factores que influyen en esta desgracia.
Incontables incendios dejan mucho trabajo para las autoridades que salen a altas horas de la noche y arriesgan sus vidas para salvar la naturaleza, porque es su trabajo, su deber y su cariño. ¿Verdad? En verdad, podrían hacerlo mucho más fácil y eficiente si utilizaran todas las herramientas disponibles. Hace unos años, Bolivia adquirió una maravillosa herramienta para apagar los incendios, el Bambi Bucket. Al inicio de este artículo, se mencionaron 312 incendios en los últimos 7 años, 312 ocasiones y en las cuales el Bambi Bucket estuvo presente en muy pocos. Por supuesto que tuvieron razones “justificables” para no utilizarlo: no había combustible, estaba en Santa Cruz, no hay piloto, está en mantenimiento, y recientemente ocurrió otro incidente reportado por Los Tiempos el día de ayer 3 de septiembre de 2023. “El percance con el Bambi Bucket se registró cuando se procedía a cargar agua del embalse para trasladarlo hasta la zona de Potrero, ubicado en el Parque Nacional Tunari (PNT), para enfriar focos de calor.
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, instruyó ayer en la mañana realizar varias descargas con el Bambi Bucket para evitar la reactivación del fuego en Potrero.
Sin embargo, esta tarea no pudo ejecutarse debido a que el cable que sostenía la bolsa sufrió un percance. Ante esta situación, personal del SAR-FAB ingresó a la laguna para ubicar el artefacto, pero la contaminación dificultó el hallazgo.” Pero obviamente están haciendo lo mejor para ayudar y cumplir con su deber, ¿no es así?
Supongo que falta mucho tiempo para que las personas cambien, después de todo, los malos hábitos nunca mueren, pero yo creo que pueden corregirse. Nunca es tarde para hacer un mundo mejor. Con este artículo, espero haber dado un buen pantallazo de la situación actual y también espero no volver a decir: “¿Otra vez el Tunari?”.
Separata del Concurso «Palabras Verdes» aquí
Bibliografía:
- https://www.la-razon.com/sociedad/2023/07/23/incendio-en-parque-tunari-de-cochabamba-afecta-a-91-hectareas/
- https://www.lostiempos.com/actualidad/cochabamba/20220903/retomaran-busqueda-del-bambi-bucket-alalay
***Tiffany Cabellero obtuvo una mención de honor en el Concurso «Palabras Verdes» siendo estudiante del 4to G del Colegio Tiquipaya
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