Los recursos naturales y su ubicación geográfica siempre han sido objeto de estudio internacional por parte de las potencias globales para; en base a su diplomacia, poderío militar, influencia económica y financiera e intervenciones políticas y/o ocupaciones; apropiarse de los recursos vitales para sus intereses. Desde los inicios del siglo XXI se ha dejado de calificar a Latinoamérica como: El patio trasero de EEUU. La geopolítica de dominación imperial actual califica a Latinoamérica como su patio principal de operaciones y espacio de sus intereses vitales; no como su patio trasero.
Latinoamérica es el continente de la mayor reserva de biodiversidad del mundo con la cuenca del amazonas, es también el continente de mayor reserva de agua dulce, es el continente de la mayor reserva probada de litio del planeta con el triángulo del litio compartido entre Argentina, Chile y Bolivia. Es justamente por esta última razón que se subvirtió el orden constitucional el 2019, con el Golpe de Estado. Si bien el MAS-IPSP cometió a lo largo de vigencia en el poder múltiples errores no reconocidos ni reflexionados; el litio fue la principal causa para que intereses foráneos de la mano de sus operadores locales gesten la ruptura del orden constitucional democrático.
En virtud del proceso global de transición de la era de los combustibles fósiles a la era tecnológica del ion-litio se gestó en nuestro país una articulación transnacional por el recurso estratégico. Como ya lo evidenciaron en trabajos periodísticos medios como Contragolpe o La Época entre otros, el Comité Cívico Potosinista (COMCIPO) a través del personaje chileno Juan Carlos Zuleta, miembro de la Comisión Chilena del Litio, logró fracturar el proceso de industrialización que se venía gestando en el país hasta el 2019 y de esta forma retrasar por al menos 40 años a Bolivia en la carrera por posicionarse como potencia energética del litio. La injerencia del chileno Zuleta no es un hecho al azar, fue una acción premeditada, muy bien pensada y articulada en base a intereses foráneos que se veían afectados por la incursión de Bolivia en las directrices de esta nueva era tecnológica. Durante el régimen ilegal, inconstitucional e ilegítimo de Jeanine Añez, el chileno Juan Carlos Zuleta sería Gerente de la Empresa Estatal de Yacimientos de Litio (YLB) y más tarde Bolivia ofertaría sus reservas de litio al mejor postor en una rueda de negocios donde participaron todos los países miembros de la Unión Europea (UE) y Gran Bretaña. Fueron justamente los países miembros de la UE los primeros en validar por la vía diplomática el gobierno de Añez. Y el embajador de Gran Bretaña, Jeff Glekin, el principal agitador internacional del movimiento “pitita” declarando su apoyo públicamente a través de su cuenta de twitter. Así también declaraba a modo de confesión Elon Musk, para ese entonces dueño de Tesla y hoy dueño de X (nuevo nombre de twitter), indicando que haría un golpe de estado donde fuera necesario para asegurar sus intereses sobre el litio.
Recientemente EEUU anunció contar con la reserva de litio más grande del mundo que oscilaría entre 20 y 40 millones de toneladas métricas. Y con este anuncio declarándose a nivel mundial como la potencia global de este recurso, con la posibilidad manifiesta de regular los hilos del mercado mundial del litio como ya lo hizo en el pasado con otras riquezas, sin ir muy lejos en el tiempo, con el petróleo y su modalidad altamente destructora del medio ambiente, fracking.
Toda esta secuencia de acontecimientos que parecieran desvinculados unos con otros evidencian toda una correlación estratégica en clave geopolítica de despojo, pero a la vez control total y absoluto del mercado del litio a escala global; de esta forma los poderes fácticos transnacionales buscan constituirse como los patrones de la nueva era tecnológica a la que transitamos como humanidad.
Ante esta emergencia planetaria la Organización de Países Exportadores de Petroleo (OPEP) ha empezado a tomar cartas en el asunto fracturando la relación directa que hasta hace poco tenía el barril de petróleo con la divisa norteamericana, terminando de esta forma con la dictadura de los petrodólares. La comercialización de petroleo se está dejando de desarrollar intermediada única y exclusivamente por la divisa norteamericana; puesto que ya todos los países miembros de la OPEP empiezan a vender su petróleo en sus propias divisas. Situación que coincide con la re-emergencia de los BRICS mismos que empiezan a potenciar sus divisas a través del intercambio directo en sus relaciones comerciales y financieras a través de sus bancos centrales y con sus propias monedas, excluyendo la tediosa intermediación del dólar norteamericano.
La nueva era tecnológica del litio debiera empezar a proyectarse apartándose de las cuantificaciones meramente mercantiles tecnócratas de la economía clásica, aquellos viejos indicadores que grafican cuantas toneladas se venden y cuanto en dinero representa ese negocio son obsoletos. Un proceso de industrialización con una visión estrictamente mercantil conllevaría a una nueva regeneración de la hegemonía norteamericana de la mano del litio como recurso estratégico para el rescate de su modelo mercantil-depredador. Contrariamente, los verdaderos indicadores económicos en la nueva era tecnológica del ion-litio debieran ser estrictamente sociales; tales como la cantidad de personas con acceso a equipos tecnológicos en base a litio para la educación, el trabajo, transporte y entretenimiento, la democratización de la tecnología, la generación de mayores horas de ocio proporcionadas por menores horas de trabajo; como algunos objetivos que debieran plantearse para lograrse en la nueva era tecnológica del ion-litio.
*La Revista Fizuras no adopta posiciones colectivas. Las publicaciones sólo representan las opiniones de sus autores individuales.
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Abogado titulado de la Universidad Mayor de San Andrés, mención en Derecho Internacional. Especializado en Geopolítica por la Unidad de Postgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM. Posgrado en comunicación estratégica y gestión de la comunicación por el IpiCOM UMSA. Brinda análisis internacionales en RT, Hispan TV y teleSUR. Director del Centro de Estudios Geopolíticos CENAC Bolivia. Docente universitario.
Autor de los libros:
– Poemas para la liberación de la mujer
– ¿Qué es Diplomacia de los Pueblos?
– Comunicación política desde el Sur
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