Cuando las fuerzas se contraponen el resultado es la imposición de una fuerza sobre las demás. Es decir, todo caos tiende al equilibrio. Esto mismo parece estar ocurriendo en la interna del partido gobernante boliviano Movimiento Al Socialismo (MAS), y se empieza a percibir en el exterior del partido.
En esa pugna partidista hay diversas corrientes: la primera del presidente Luis Arce Catacora y la segunda del expresidente Evo Morales. También se mencionan las corrientes de David Choquehuanca y Andrónico Rodríguez pero no parecen significativas. La cuestión es por qué existe esta pugna y qué resultados puede tener.
El motivo de las corrientes
En las últimas elecciones el equilibrio se precipitó hacia el apoyo incondicional del candidato Catacora por la presencia de un adversario externo; que había infringido un golpe al corazón de la ideología, visión, seguridad y vitalidad del partido debido a la expulsión de Morales del gobierno. Sin embargo, ya en ese tiempo se presenció la escisión de Eva Copa y otros líderes.
Actualmente Catacora es el Jefe del Estado y cuenta con base de funcionarios y aparato estatal a su servicio. En cambio, Morales solo es el líder del MAS y tiene el apoyo del Trópico de Cochabamba, entre otras regiones. Ambos se han distanciado levemente hasta el punto de infringir algún tipo de daño sobre el otro, de manera directa e indirecta.
El partido gobernó por 14 años con Morales a la cabeza, con un tipo de ideología amorfa o mas bien populista y una dirección política impregnada de arriba abajo. Ahora el partido debe afrontar que el poder ha sido relegado a otras esferas, y que difícilmente volverá a su estado previo. Aunque el poder es un elemento central, no se conoce exactamente cómo empezó esta conflicto.
Las consecuencias
Ecuador podría ser una referencia en esta caso. Rafael Correa designó a Lenín Moreno como su predecesor. Pero este último se distanció del “socialismo del siglo XXI” impulsando políticas diferenciadoras como limitar o reducir el gasto público, ser contrario a la reelección indefinida o acordar préstamos con el FMI o el Banco Mundial. Ambos terminaron confrontados y fuera del gobierno.
En el MAS la pugna no implica un tema ideológico pero apunta al tipo de gobierno y las políticas públicas. Morales tiene un historial de gobierno y liderazgo marcado. Pero Catacora tiene por delante una gestión de gobierno para determinar si el conjunto de políticas que implementará lo acercan o lo alejan de las gestiones pasados del MAS y Morales.
El sistema de partidos boliviano podría reconfigurarse si su partido hegemónico atraviesa una división interna irresoluble. No es que los partidos no tengan disputas, sino que gestionan y resuelven sus conflictos por medio de negociaciones y concesiones. Además cuentan con un liderazgo definido (Ley de Hierro). Tradicionalmente el MAS no atendía esas diferencias, pero si eso no cambia afrontarán un escenario en el que las corrientes internas apuesten por caminos diferentes.
Comments 1